via de tren
A pesar de la modernidad actual, los viajes en tren siempre tienen algo de nostálgico. Los grandes viajeros del siglo XIX realizaban sus trayectos en este medio de transporte, disfrutando de las comodidades de por aquel entonces. Hoy en día se puede ir de trenes por Europa y conocer increíbles destinos con paisajes que no nos dejarán indiferentes.

Tren panorámico de la Selva Negra

Decir Selva Negra, además de una tentadora tarta, es hablar de un espacio natural de gran importancia en Alemania. Es un espacio completamente verde que nada tiene que ver con su nombre. El origen de su nombre procede de los romanos, quienes se sorprendieron por la frondosidad de sus bosques, que impedían la entrada del sol.

Se encuentra al sur de Alemania en la región de Baden Wüttemberg, una preciosa zona del país. Está salpicada de tradicionales pueblos alemanes donde respirar una larga tradición histórica, cultural, gastronómica, etc.

Para conocer un destino como este, hay que tomar el tren en Offenburg destino Costanza. En el trayecto se recorrerán impresionantes ciudades que destacan por su belleza, así como el entorno que las rodea. Se finaliza el viaje en el lago de Costanza, rodeado por aguas verde esmeralda y varias islas,

Visitando el lago Ginebra

No demasiado lejos, podremos hacer otro impresionante viaje en tren que nos dejará con la boca abierta. Nos iremos ala ciudad suiza de Lucerna, donde iniciaremos nuestro viaje, que nos llevará hasta el lago Ginebra.

Aunque este viaje se puede hacer directo, nunca está de más hacer las tres paradas recomendadas. La primera parada es en Interlaken, donde conoceremos un paisaje marcadamente alpino rodeado de montañas, lagos y glaciares.

El segundo tramo tiene como destino Zweisimmen, donde conoceremos un pequeño pueblo suizo como Spiez, con sus apenas 1.300 habitantes. Un pueblo totalmente alpino muy hospitalario donde poder hacer una pequeña parada. La última parada será el lago Ginebra,donde se llegará hasta el pueblo de Gstaad y finalmente en la moderna ciudad de Montreux.

La ruta de West Highland

Dejando de lado la zona del centro de Europa, otra opción muy interesante es hacer la línea que une las ciudades de Glasgow con Mallaig, en Escocia. Se trata de una preciosa ruta repleta de encanto gracias a los excelentes paisajes que se podrán ver desde el tren en el trayecto.

Uno de los puntos álgidos de este viaje es cuando el tren pasa por el viaducto de Glenfinnan, desde donde podrán verse los preciosos lagos de Shiel y Eilt. Así que ya sabes, no debes olvidarte de tu cámara de fotos. Por otro lado, en Mallaig se aconseja explorar las Highlands Occidentales y algunas de las islas de la zona, siendo una auténtica aventura.