La provincia de Granada se constituye en uno de los destinos más favorables para la práctica del barranquismo. Esto es debido a que esta zona del sur de España ofrece una amplia variedad de este accidente geográfico. Destacan sobre todo dos de ellos por sus especiales características. Por un lado, el barranco de Trevélez, y por otro, el descenso del barranco de Poqueira.

En ambos casos, se tratan de barrancos muy técnicos para aficionados de esta actividad que aporten algo de experiencia en este tipo de descensos tan especiales. Con la particularidad de que van dirigidos a grupos reducidos con el objeto de que las maniobras puedan llevarse a cabo con mayor eficacia y protección. Pues bien, si estás interesado en practicar este deporte al aire libre en estos dos destinos te vamos a explicar algunas de sus características más relevantes.

Barranco de Trevélez

Este es un desnivel brusco en la superficie del terreno que se caracteriza fundamentalmente por su exigencia en las dificultades que deberán abordar los aficionados. Con este antecedente es comprensible que vaya dirigido a personas con amplios conocimientos en esta actividad, siendo muy recomendable que en su perfil deportivo hayan realizado más de cinco o seis recorridos de estas características. No en vano, entre sus principales requerimientos para emprender esta ruta destaca el conocimiento muy profundo de los grandes caudales. De la misma manera que en rapel guiado, pasamanos o desviaciones.

Por otra parte, no puede olvidarse que este es un barranco con movimientos de aguas vivas muy intensos. Como por ejemplo, sifones, lavadoras o rápidos, entre algunos de los más conocidos. En cualquier caso, no se te permite realizar saltos durante la travesía. Además se constituye en uno de los barrancos más bellos de la geografía española y que seguro que no te dejará indiferente. Donde destaca sus imponentes paredes rojizas. Con un descenso largo y con una progresión muy lenta, mientras que el caudal es permanente y provocará que dispongas de muy pocos sitios para refugiarte. Y que una vez pasado el barranco te tendrá preparada una última sorpresa: un largo y complicado pasillo con rapel continuo.

Barranco de Poqueira

Este descenso, en pleno corazón de la Alpujarra granadina, es un poco más técnico, pero no está exento de dificultades técnicas. En este caso, es una oportunidad única para conocer una de las zonas naturales más bellas de España. Presenta una particularidad como que su agua es oscura debido al tono negro de las pizarras que lo jalonan. Precisamente esta superficie propicia la dificultad en la progresión. Un motivo más que suficiente para extremar las precauciones con la cuerda. Además, este hecho propiciará que deberás llevar guantes para proteger tus manos en las posibles caídas.

Necesitarás más de cinco horas para completar el recorrido. Pero esta no es su exigencia principal. Sino que no te ofrece ningún respiro y con muchos riesgos en el desplazamiento. Esta es la razón que hace que sea una propuesta para barranquistas muy experimentados. Con la necesidad de llevar puesto toda clase de protectores personales. No solo en la cabeza, sino en otras partes del cuerpo (rodillas, codos, etc.).