Ana Pastor, ministra de Fomento, ha declarado la realidad de su departamento, una dura realidad que le dejó su predecesor y que según sus propias palabras, le ha tocado gestionar un ministerio con unos 40.000 millones de euros de deuda y con facturas de más de 3.000 millones de euros por haber realizado grandes obras públicas con dinero prestado.

Quiso dejar claro que lo primero que hay que hacer es devolver los 40.000 millones y planificar en tiempos de crisis. Parte de esta deuda viene de obras faraónicas como aeropuertos sin apenas tráfico o estaciones de AVE sin viajeros.

Destacó que no le parecía de recibo haber hecho terminales aeroportuarias modernas que hoy en día están vacías cuando las antiguas pueden seguir valiendo con total tranquilidad, refiriéndose a Santiago de Compostela.

En lo referente al tren de alta velocidad, la ministra cree que no podemos permitirnos soterrar el AVE con grandes estaciones para llevar únicamente a un pasajero. Cada vez que alguien se sube al tren cada ciudadano pagamos 432 euros.

Asimismo ha querido descartar la privatización de Cercanías de Renfe, a pesar de que el Gobierno trabaja con la idea de la liberación del transporte ferroviario, algo que irá siendo progresivo y finalmente será el Gobierno el que decidirá cuantos operadores pueden entrar.

Vía: Expreso