Las Cinque Terre, el tesoro de Italia

Muchas personas, cuando tienen decidido que se irán de vacaciones a un país extranjero, suelen hacerlo a las ciudades o destinos más famosos, aunque hay rincones que a pesar de no tener tanta fama no dejan de ser espectaculares e ideales para visitar en cualquier momento del año como pueden ser las Cinque Terre en Italia, tal como nos recomienda la web viajarflorencia.com/cinque-terre/.

Si elegimos este país para irnos de vacaciones, posiblemente pensemos en lugares como Roma, Venecia, Florencia o Milán, por ejemplo, pero este destino tiene muchas sorpresas por descubrir y que poco a poco se están convirtiendo en lugares de obligada visita para pasar unos días desconectados de todo.

Así son las Cinque Terre

La Toscana es uno de los lugares más conocidos de Italia y en esta zona no hay que dejar de visitar lo que se conoce como las Cinque Terre, cinco pueblos enclavados en la región de Liguria, en unos preciosos acantilados que son como un balcón que se asoman al Mediterráneo, convirtiendo a este lugar en algo verdaderamente mágico.

No son grandes localidades ni tienen tantos museos, historia o alternativas de ocio para todos los visitantes, pero todos ellos tienen algo en común, una belleza extrema y la hospitalidad de sus gentes, lo que hace que casi nos sintamos como en nuestra propia casa.

Cinque Terre, Patrimonio de la Humanidad

Estos cinco pueblos se llaman Corniglia, Manarola, Monterrosso, Riomaggiore y Vernazza, las Cinque Terre, un rincón que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad gracias a detalles como su emplazamiento y su arquitectura, donde parece que las casas salen directamente del mar, conformando un paisaje prácticamente indescriptible, pero que merece la pena visitar y vivir en primera persona, porque parecerá que estamos en un cuento.

Debido al emplazamiento en el que se encuentran y a la orografía del terreno, la única forma de llegar hasta las Cinque Terre es en tren. Se trata de una línea férrea muy peculiar que poco a poco va atravesando túneles bajo la roca y donde se deja entrever la majestuosidad y preciosidad de la costa, un rincón de visita obligada en la Toscana.

A pesar de poder ir de pueblo a pueblo en tren, también se puede visitar la zona a pie, donde se disfrutará al máximo de esta escapada. Recorreremos diferentes terrenos repletos de limoneros, vides y otras plantaciones, sinuosos senderos que van bordeando los acantilados y regalándonos a la vista con panorámicas de excepción, por lo que no podéis olvidaros vuestra cámara de fotos, la necesitaréis.

Si os animáis a visitar estos pueblos a pie, hay que decir que entre uno y otro puede haber unas dos horas de paseo aproximadamente, aunque seguro que serán más porque merece la pena pararse casi a cada paso a disfrutar del olor y de las vistas de cada lugar.

El único pero que hay es que el alojamiento es bastante caro, pero merece la pena pasar aunque sean dos o tres días en este destino, no deja indiferente a nadie y es de esos a los que tarde o temprano querrás volver.