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El mundo de los viajes nunca dejará de sorprendernos dado que siempre hay algo que consigue dejarnos con la boca abierta. En este caso os queremos hablar de la familia Zapp, Herman, Candelaria y sus cuatro hijos, quienes llevan viajando dando la vuelta al mundo durante 17 años.

Los Zapp llegan a España

Han llegado recientemente a España y aquí se quedarán unos meses para recorrer nuestra geografía como parte de su escapada por Europa, donde han asegurado que pondrán punto y final a su aventura a finales del presente año 2017.

Recorrerán España hasta la primavera y después irán a Holanda, Reino Unido, Italia y Grecia, las cuales serán las últimas paradas de este recorrido interminable que les ha llevado a conocer los cinco continentes.

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Sus inicios en este viaje

Herman y Candelaria dejaron su Argentina natal para recorrer la distancia que separaba Buenos Aires de Alaska, pero le cogieron el gusto a viajar y desde aquel momento no han parado. De hecho en ese tiempo han tenido cuatro hijos, que les acompañan en sus travesías.

Su medio de transporte es tan atípico como original, un Graham-Paige de 1928, con el que recorrieron el continente americano primero y después les llevó hasta Australia y Nueva Zelanda, Japón, India, Turquía, África de norte a Sur y ahora le ha tocado el turno a Europa.

Compraron este coche antes de dejar Argentina y pensaron que iba a ser un problema, pero ha resistido de todo y sigue haciéndolo. Ya no hacen coches como antes, eso seguro. Herman pensó que el coche podría dar problemas, sobre todo por los recambios, pero no ha sido así al final.

Cuando llegaron a Barcelona pudieron reparar correctamente una de sus ruedas gracias a que un coleccionista y restaurador de coches se les acercó por curiosidad para ver el coche.

Por otro lado, han declarado que los niños estudian a distancia y que todas las mañanas tienen sus horas de estudio, pero donde más aprenden es con el viaje y de la gente que se han encontrado en su periplo.

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Los reyes del couchsurfing

La familia Zapp se ha ido alojando sobre todo en casas de personas solidarias que les acogían de manera interesada y han estado en más de 2.500 casas. Candelaria revela que es una de las partes más lindas del viaje.

A pesar de ello han decidido poner punto y final a este viaje y regresar a su casa en Argentina. Porque quieren que los niños echen raíces y puedan elegir qué clase de vida quieren tener, si una viajera como hasta ahora o una más asentada.

Candelaria reconoce que les va a costar cambiar de vida después de tantos años, pero quiere disfrutarlo igualmente y así aprovechar para escribir más libros acerca de su aventura, lo que le permitirá hacer que ese viaje que iniciaron hace ya 17 años pueda seguir adelante.

Herman no dudó en decir que todos han crecido en torno a un sueño que se ha convertido en realidad en su día a día y espera que gracias a su ejemplo, sus hijos nunca tengan miedo a luchar por sus sueños.

¡Buen viaje amigos!