Estado de alarma podría ser tranquilamente el título de una película de acción pero no lo es, desgraciadamente. Es lo que se ha declarado hoy desde el Gobierno a partir de las 13:00h por los acontecimientos ocurridos a causa del parón masivo de controladores aéreos.

La orden dada por el Gobierno ha permitido que los militares tomasen bajo sus órdenes las torres de control de los aeropuertos civiles españoles dado que los controladores aéreos no deponían su actitud, algo que posiblemente pueda salirles caro.

Desde la toma de control de los militares se ha ido llamando uno a uno a todos los controladores para que regresasen a su puesto de inmediato si no querían incurrir en delitos. El propio vicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba lo dejó bien claro: “Si no acuden a sus puestos de trabajo pasan a incurrir en un delito de desobediencia, castigado con penas de prisión”.

Poco a poco muchos de los trabajadores se han vuelto a incorporar a sus puestos de trabajo tal como anunció el ministro de Fomento. De momento los mandos militares siguen con el control de las torres y todos los controladores civiles han pasado a tener condición de militares, incurriendo en delito de desobediencia en caso de seguir negándose a trabajar.

Vía: Trabber