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Barcelona es una de las ciudades más cosmopolitas de Europa y uno de los focos turísticos más importantes. Es una ciudad abierta que ofrece todo lo que cualquier turista pudiera buscar, pero si hay algo que consigue llamar la atención a todo el mundo es su arquitectura modernista y su gastronomía. Uniendo estos dos conceptos nos encontramos con el Café de la Pedrera ubicado en la conocida Casa Millà.

Casa Milà, un importante exponente del modernismo

La Casa Milà es uno de los grandes referentes de esta tendencia arquitectónica que comenzó  a finales del siglo XIX, en plena época de esplendor de la ciudad. Muchos arquitectos como Puig i Cadafalch, Doménec i Montaner o Gaudí entre otros, se volcaron en esta corriente, haciendo de Barcelona un lugar único en el mundo.

Dentro de las muchas edificaciones modernistas con las que cuenta la ciudad, está la Casa Milà, conocida popularmente como La Pedrera. Es uno de los edificios de esta corriente más conocidos en todo el mundo y una de las visitas obligadas a la ciudad condal.

Su importancia ha hecho que se incluya en el Catálogo del Patrimonio Artístico de Barcelona, como Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional o como Bien Cultural del Patrimonio Mundial por la UNESCO entre otros reconocimientos.

Otro punto destacable de este lugar es que se puede disfrutar con los cinco sentidos gracias al Café de la Pedrera, un icónico rincón que como turistas no podemos pasar por algo. Deleitarse con su excelsa gastronomía rodeados del modernismo de Gaudí es una experiencia única que no deja indiferente a nadie.

Es un espacio ideal tanto para comer o cenar, para un brunch o para un tapeo, para esos afterworks que tanto nos gustan o para la celebración de cualquier evento, siempre acompañados de los platos más destacados de la gastronomía mediterránea.

Así es el Café de la Pedrera, un lugar donde su servicio y sus productos están cuidados al mínimo detalle, donde todos los comensales estarán bajo un techo con formas onduladas simulando el mar hecho por el propio Gaudí, en un entorno con una gran claridad y unas estupendas vistas.