Como si de una novela se tratase, un turista navarro resuelve el asesinato de una mujer en la Patagonia Argentina. Se trata de Aritz Amezketa, quien encontró por casualidad el cuerpo de una mujer que había desaparecido hace más de 20 meses, caso para el que la Policía, en principio, no encontraba solución.

Según las palabras de Aritz: “después de 80 kilómetros de pedaladas estaba buscando un lugar donde acampar, cansado y hambriento, y tras probar suerte en dos o tres sitios que no me convencieron, encontré un senderito que se metía a la izquierda de la Ruta 3, hacía el lago, y que acababa en un acantilado«.

«Allá, bajo tres grandes lengas, me pareció que era un buen lugar, desensillé mi bicicleta, la dejé aparcada y me fui a buscar leña para hacer un fuego. Una vieja cabaña semiderruida llamó mi atención y me acerqué a curiosear«.

«Pensé que podría tomar la madera de la propia cabaña, pero al acercarme vi unos huesos y, por deformación profesional o “no sé qué ostias”, me puse a ver de qué bicho eran. Eran dos patas, pero no tenían pezuñas, ni garras ni nada, o más bien tenían algo que parecían pies. Busqué el cráneo para salir de dudas, y efectivamente era un cráneo humano”.

Así fue cómo este navarro de 31 años desentrañó un crimen cometido hace tiempo mientras éste se encontraba con su inseparable bicicleta en busca de leña para hacer un fuego para su campamento. ¡Vivir para ver!

Vía: NoticiasdeNavarra