La moda de cobrar por todo se extiende como la pólvora en todo el mundo, si hace poco era noticia el hecho de que cada turista tendrá que pagar unos 15 dólares para entrar en Estados Unidos o entre 1 y 3 euros por acceder a la playa de Ostia en Roma, algo parecido al nombre de esta playa nos van a dar cuando queramos ir a Alemania.

El Gobierno alemán pretende recaudar del orden de los 1.000 millones de euros cada año tras haber aprobado una nueva normativa de viajes donde se gravará a todos los turistas de larga distancia con 45 euros, con 8 a los de corto radio y con 25 a los de medio radio.

Este plan, anunciado por el ministro de Finanzas,Wolfgang Schaeuble, hizo que desde las aerolíneas no se quedasen con los brazos cruzados y han protestado alegando que perderán del orden de siete millones de pasajeros y que esta industria podría perder unos 10.000 empleos, lo que sería un duro varapalo para el sector.

Incluso, las asociaciones de las compañías aéreas han criticado duramente este tributo que penalizará más a unas aerolíneas que a otras. Esperemos que la sangre no llegue al río y se pueda llegar a un consenso entre asociaciones y ministerio, porque como esto siga así, continuarán inventándose tributos como en la edad media y la gente cada vez viajará menos en avión o cualquier otro medio de transporte y se dedicarán a hacer largas caminatas.

Vía: diariodirecto