Desde Patones de Arriba a Buitrago del Lozoya discurre la conocida como ruta del agua por la sierra de Madrid. Ambos están considerados entre los pueblos más bonitos de la comunidad madrileña. Nada mejor que saber cómo llegar a Patones de Arriba y a Buitrago del Lozoya para conocer estos dos magníficos rincones.

Patones de Arriba

Situado 60 kilómetros al noreste de la capital de España, muchos son los que aseguran que Patones de Arriba es el pueblo más bonito de la Sierra Norte de Madrid. Su característica arquitectura de casas de pizarra y sus calles empedradas nos hacen sentir que acabamos de viajar unas décadas atrás en el tiempo.

Un pueblo con encanto que data del siglo XVI y que está declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural desde 1999. El entramado de callejuelas de piedra que lo conforman es único para pasear de forma relajada. Aquí se pueden visitar la Iglesia de San José, del siglo XVII, o el Arroyo de Patones.

Patones de Arriba se halla 800 metros sobre el nivel del mar. Una ubicación que nos invita también a disfrutar de unas maravillosas vistas panorámicas a la sierra madrileña. No en vano, su magnífico entorno es ideal para hacer senderismo, rutas guiadas, paseos en bicicleta, etc.

Aquellos que se preguntan cómo llegar a Patones de Arriba lo tienen muy sencillo. Desde Madrid, se puede ir en coche a través de la A1 (Madrid-Burgos), tomando la salida 50 en dirección a Torrelaguna por la N320. A continuación, hay que ir hasta Patones de Abajo por la M-102. Otra opción es tomar un autobús (línea 137) en el Intercambiador de Plaza Castilla en Madrid.

Buitrago del Lozoya

Buitrago del Lozoya es otro de los pueblos con más encanto de la comunidad de Madrid. Visita este enlace; cómo llegar a Buitrago del Lozoya, si quieres hacer una visita a este bonito pueblo. Debes saber que está situado 80 kilómetros al norte de la capital, se alza sobre un promontorio rodeado por el río Lozoya. Su imagen más emblemática es la de la muralla medieval que circunda su casco histórico.

La villa fue declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en 1993. Pasear por el laberinto de sus callejuelas nos permitirá conocer el castillo, la Iglesia de Santa María del Castillo y la Torre del Reloj. Todos ellos monumentos que le aportan un sabor único y medieval a este lugar.