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Acabamos de inaugurar la temporada de verano, sinónimo de playa, tomar el sol, vacaciones, fiestas, etc. Hoy en día una de las tendencias más extendidas para disfrutar de todo esto es instalar una piscina en el jardín, o mucho mejor, construirla. Además de la maquinaria de construcción que hay que alquilar para la hacer el vaso, hay que tener en cuenta otros aspectos como los que vamos a enumerarte en esta entrada.

El primer paso tiene que ver con papeleo y se trata de trámites legales obligatorios. Aunque en España se tiene una legislación muy tolerante para la construcción de piscinas, es un proceso por el que hay que pasar.

Lo primero es presentar en el Ayuntamiento un proyecto técnico de la piscina que se quiera construir. Con ello se busca obtener la licencia municipal de obras dado que no se trata de obra menor y porque se debe utilizar maquinaria de construcción para preparar el vaso.

A ello hay que sumar las conexiones de los desagües, los cuales deben estar conectados a la red municipal de aguas residuales y también se debe cumplir con el Reglamento de Baja Tensión en cuanto a su instalación eléctrica.

Se debe hacer un estudio geológico del terreno para saber si se puede construir la piscina y si es seguro hacerlo. Con un informe positivo, junto a la licencia de obra proporcionada por el Ayuntamiento, ya se tendrían solucionados los dos principales escollos.

La piscina debe estar equipada de elementos obligatorios como jets de masaje de aire, sumidero, boquillas, skimmers, bombas de desagüe, escaleras, barandillas y todo lo necesario tanto para el mantenimiento del agua como para la seguridad de los usuarios.

En caso de que la piscina no tenga instalado un sistema de filtrado integrado, hay que contar con un local técnico, bien sea de obra o prefabricado. En este lugar es donde se encontrará la maquinaria para la filtración de agua además de un armario eléctrico y de control de los dispositivos de dosificación automática de los productos químicos para la piscina. Este local debe estar perfectamente aireado y cerrado con llave para evitar que entren los niños.

Otros aspectos que deben ser tenidos en cuenta en el proceso es la forma de la piscina y el uso que se le vaya a dar, es decir, si se quiere para hacer unos largos o si simplemente es para darse unos chapuzones y refrescarse con la familia o los amigos.

La piscina debe estar orientada hacia la zona del jardín en la que dé más el sol durante todo el año, normalmente de cara al sur o al oeste, y si se deciden colocar trampolines, éstos deben estar de espaldas al sol, para que no nos deslumbre cuando saltemos.

Una vez se hayan cumplido todos estos trámites ya sólo nos quedará preparar la zona próxima a la piscina con elementos como tumbonas, mesa y sillas, un velador, sombrillas, una barbacoa, etc., para que esté todo listo para disfrutar del verano. Ahora ya solo queda disfrutar con la familia o llamar a los amigos.