El mundo tiene rincones fantásticos donde poder hacer viajes únicos, escapadas de las que marcan y dejan muy buenos recuerdos. Son tantos los lugares que resultaría difícil poder hacer un listado completo, por lo que en este artículo vamos a ofreceros algunas de las propuestas más increíbles que se pueden poner en marcha.

La Gran Muralla china

Sí, es un clásico, pero en esta ocasión no nos referimos a los tradicionales viajes guiados donde se conoce parte de la Gran Muralla, especialmente los lugares más próximos a Pekín. En este caso nos referimos a una aventura, a la de practicar senderismo y recorrer algunos de los rincones más inhóspitos de este destino.

Durante una aventura como estas, se pueden conocer algunos de los pueblos que salpican la orografía por donde pasa esta maravilla. A pesar de ello, y sobre todo si no se ha visitado, se recomienda conocer el Palacio de Verano, la Ciudad Prohibida o la Plaza de Tiananmen.

Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, Australia

En pleno centro de Australia, en una enorme zona conocida como Outback, se encuentra este bello y solitario Parque Nacional, un lugar que guarda un gran número de secretos que solamente serán revelados a quien se anime a buscarlos y conocerlos.

Hasta hace no demasiado tiempo, Uluru, el gran monolito de tierra roja que hay en este lugar, era algo que solo lo conocían los aborígenes, quienes consideran a este rincón un lugar sagrado. No hay nada como conocer a uno de los pueblos más antiguos del mundo, vivir con ellos unos días, conocer sus tradiciones, su cultura y disfrutar de esta caprichosa naturaleza.

Nepal, un viaje para los sentidos

Aunque no hace mucho tiempo, Nepal fue conocido por el terremoto que asoló este país, sigue siendo un fantástico lugar donde pasar unas vacaciones diferentes. Es uno de los viajes únicos que todo el mundo debería hacer en alguna ocasión.

Se puede conocer su filosofía, su cultura, historia, gastronomía y la forma de ver la vida tan característica que tienen los nepalíes. Otra opción es subir a un campo base de algunas de las expediciones al Everest o a cualquier otra de algunas de las montañas más altas del mundo.

Eso sí, no con la finalidad de hacer un ascenso sino para tener un primer contacto y conocer cómo es la vida en estos lugares, convirtiendo a este viaje en toda una aventura. También se puede optar por alquilar unos cuantos yaks y hacer una expedición por algún valle, dejándose seducir por la gran belleza del entorno.

Son tres destinos increíbles, solo una pequeña muestra de lo que nuestro planeta pone a nuestra disposición y que podemos descubrir en cualquier momento del año, siempre que contemos con una firma especializada que se encargue de organizar el viaje.