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Islandia es un país que nunca deja de sorprender a nadie, sobre todo a los amantes de la naturaleza porque este destino tiene infinidad de propuestas para ser visitadas y sobre todo no hay que olvidarse de llevar ni la cámara de fotos ni la de vídeo.

Uno de los rincones más impresionantes de este destino es el lago del cráter Kerid, ubicado en pleno cráter de un volcán, siendo una experiencia realmente única el poder visitar este precioso rincón que seguro que tardaréis mucho tiempo en olvidarlo.

Hay que decir que éste no es el único lago que podemos encontrar en este país es uno de los más llamativos por su emplazamiento y por su precioso e intenso color azul.

Se encuentra en un cráter formado hace unos 3000 años tras una erupción volcánica. La caldera donde se encuentra tiene unos 55 metros de profundidad, 170 metros de ancho y unos 270 metros de lego y para contraste nos encontraremos con unas rocas de rojo intenso que combina a la perfección con el verde tan impresionante que hay en esta zona.

Si el entorno llama la atención, el agua no lo hará menos dado que cuenta con un color azul intenso debido a los minerales que existen en el fondo. Lo mejor de todo es que no está prohibido el acceso, por lo que si tenéis la oportunidad de hacerlo, no debéis dejar pasar esta oportunidad.