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El alojamiento es uno de los gastos más importantes de un viaje y dentro de la gran variedad de formas de turismo que podemos encontrarnos, hay alguna que nos permite disfrutar de alojamiento gratuito. En este aspecto, el intercambio de casas vacacionales está jugando un papel muy importante.

¿En qué consiste el intercambio de casas vacacionales?

Es una fórmula que consiste en cambiar una vivienda principal o secundaria con la de otra persona. Algo que se ha posicionado como una alternativa muy a tener en cuenta a la hora de irse de vacaciones.

Esta forma de viajar no es nueva, lleva mucho tiempo con nosotros, pero gracias a Internet y a las nuevas tecnologías se ha vuelto de moda. Cada vez son más personas las que se suman a esta tendencia gracias a la flexibilidad y a la experiencia de viaje más auténtica que ofrece.

El ahorro que se puede conseguir respecto al gasto de cualquier presupuesto vacacional se sitúa en torno al 40%. La principal ventaja es que no solamente nos ahorraríamos el alojamiento sino que también podríamos suprimir las comidas en restaurantes dado que se puede cocinar en casa.

Además de ello, algunos propietarios están dispuestos a dejar su coche durante el intercambio, lo que haría que los desplazamientos también fuesen mucho más asequibles. Estas son algunas de las granes razones del por qué tiene tanto éxito esta modalidad turística.

Según la plataforma de intercambio de casas Guest to Guest, España se ha posicionado como el segundo país a nivel mundial por detrás de Francia. Por otro lado, según el Barómetro Vacacional de Europe Assistance, las personas que más deciden hacer este turismo son los millenials.

¿Qué ventajas nos ofrece este sistema?

Gracias a esta fórmula de economía colaborativa el ahorro es notable dado que tendremos alojamiento gratuito durante la temporada de vacaciones, podemos visitar cualquier rincón del mundo (siempre que el destino elegido cuente con personas dispuestas a intercambiar la casa) lo que nos permitirá vivir prácticamente como un local allá donde vayamos.

Los propietarios de las casas podrán compartir información relevante sobre la ciudad a todos los huéspedes como por ejemplo una zona donde haya buenos restaurantes, ejes comerciales, zonas de ocio nocturno y todo lo necesario para disfrutar el destino al máximo.

Las reglas las pone el propietario

Una de las reglas de esta clase de turismo es que el propietario pone unas normas que hay que cumplir sí o sí. No llevar a nadie a casa, no hacer fiestas, no utilizar determinada habitación, dejarlo todo como se encuentra, etc.

Si como anfitriones no podemos estar en casa para dar la bienvenida, lo mejor es contactar con un familiar, vecino o persona de total confianza para que les recibe, les entregue las llaves, explique el funcionamiento de la casa y deje claro todas las reglas que hay que cumplir.

De esta forma todo quedará claro y la única preocupación que habrá será la de pasarlo lo mejor posible en el destino y disfrutar de no gastar dinero en algo tan importante como es el alojamiento.