creta
Hablar de Grecia es hacerlo de muchísimas islas diferentes y una de ellas es Creta, un destino turístico de primer orden. Quizá no sea un destino tan masificado como puede ser Mykonos, pero sí muy frecuentado y con mucho que ofrecer a todo el mundo. Teniendo en cuenta cuáles son las mejores zonas donde alojarse en Creta, ya podemos preparar nuestra escapada.

Los rincones que no hay que perderse de Creta

Esta isla tiene sus encantos para ser visitada, como por ejemplo Chania, la zona más occidental. De aquí, se puede decir que encontraremos muchos de los principales rincones que ver en Creta. Algunos son de difícil acceso, pero el entorno en el que se encuentran bien merece un esfuerzo.

Si te gustan las playas, aquí podrás encontrar verdaderas playas paradisíacas que te dejarán con la boca abierta. Una de ellas es la playa de Balos, en la península de Gramvousa, una laguna de aguas muy tranquilas y poco profundas. Lo que más nos llamará la atención son el color y la transparencia de sus aguas, además de la tranquilidad del entorno.

La calidad de las aguas es un denominador común que veremos en muchas de las playas de todo Chipre. Siguiendo en esta zona de Chania, encontraremos una de las playas más famosas del Mediterráneo, la playa de Elafonisi, caracterizada por el color rosa claro de su arena. Puede presumir de aguas prístinas y muy tranquilas, siendo una de las playas más concurridas en esta zona de Creta.

Chania es la capital de la región y aunque no es una ciudad muy grande, está repleta de vida y color. Su historia es legado de muchos pueblos que han pasado por aquí con el paso de los siglos. Cuenta con una interesante mezcla de culturas y una arquitectura muy tradicional de esta zona del Mediterráneo. No hay que dejar de conocer su casco histórico, que será como dar un paseo en el tiempo y que nos sorprenderá a cada paso.

Otra localidad que no debemos perdernos en nuestra escapada a Chipre es Loutro. Se trata de un pequeño pueblo pesquero con las tradicionales construcciones encaladas en blanco impoluto y ventanas azules. Todas ellas se asoman al mar, conformando una original localidad de visita obligada.

Es ideal para desconectar de las aglomeraciones turísticas de muchos otros rincones de la isla. Es tan relajado que no encontraremos ni coches ni motos ni tampoco carreteras. Así que, por lo menos, tráfico no encontraremos, podremos dar largos paseos por esta zona de Chipre.

Para conocer más sobre nuestra historia, no hay que dejar de visitar Heraklion, con su increíble arqueología. Hay que visitar el Palacio de Knossos o el Museo Arqueológico de Heraklion, con infinidad de objetos históricos, en su mayoría réplicas.

Tampoco hay que olvidarse de rincones como Rthymo, la isla de Gavdos, Agios Nicholaos o Lassithi, rincones que también nos dejarán un sabor de boca excelente.