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Cuando hablamos de viajes siempre lo hacemos respecto a los viajeros, pero hay algo muy importante que nos acompaña en todos los viajes, la tripulación de los aviones, los TCP o Tripulantes de Cabina de Pasajeros, o conocidos popularmente como azafatas y azafatos, quienes se preocupan en todo momento de que nos encontremos bien durante el viaje.

En una encuesta realizada recientemente por Jetcost, se revela que un 26% de los TCP asegura que tener que atender a algunos pasajeros es una verdadera pesadilla. Un 47% declara que eligió su trabajo porque les permitía viajar a otros países y conocerlos, un 19% porque les permitía prescindir del trabajo de una oficina y un 12% afirmó que lo eligieron porque podían conocer a personas famosas.

En cuanto a la parte favorita de los TCP dieron respuestas muy comunes como viajar alrededor del mundo (32%), el sentimiento de libertad que les da (27%) y también por la gran cantidad de personas diferentes que conocen en sus viajes (26%).

Los inconvenientes de los TCP’s son muchos como tener que atender a algunos pasajeros extremadamente pesados y maleducados (26%), perderse las reuniones con la familia y eventos (20%), el salario (16%) o incluso el uniforme (13%). Otra de sus quejas son los horarios de trabajo irregulares (10%), las comidas (8%) o tener que hacer dieta (3%).

Se quejan de los pasajeros ruidosos, que no respetan al resto de pasajeros ni a la tripulación, los que se emborrachan, los niños hiperactivos o que no dejan de llorar en todo momento, los que pulsan el botón de llamada para cualquier cosa o aquellos pasajeros que piensan que un avión es el mejor lugar para ligar.

En los peores casos, muchos TCP acabaron llorando por el nivel de desesperación que puede llegar a producir determinada clase de pasajeros, tanto por sus comportamientos como por sus comentarios. Son personas como nosotros… ¿por qué hacerles el viaje más difícil?