Hay ocasiones en las que los viajes no son todo lo que esperamos y a veces pues no salen bien aunque hay otros que ya de por sí salen mal desde su inicio como el que ha vivido un joven marroquí, descubierto por la Guardia Civil cuando éste se disponía a cruzar la frontera entre Melilla y Marruecos.

En un control selectivo en la Aduana de Beni-Enzar, dieron el alto a un coche ocupado por un hombre, una mujer y un niño de aproximadamente un año de edad. Cuando la Benemérita inspeccionó el maletero, uno de los agentes se percató de un levísimo movimiento en una maleta.

El guardia solicitó al conductor que abriese la bolsa y una vez hizo esto se pudo comprobar que en su interior había una persona completamente contorsionada y tuvo que ser ayudada para que ésta pudiese salir de la bolsa.

Estaba completamente empapado en sudor, desorientado, muy nervioso y con respiración agitada pero después de la revisión médica se pudo comprobar que su estado de salud era bueno. Este es uno de esos viajes a los que nadie le gustaría hacer nunca pero que por necesidades de la vida hay gente que se lo juega todo.

Vía: Diariodesevilla