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No todo el mundo cuenta con la oportunidad de tener muchos días de vacaciones y no siempre que se desee visitar un destino fuera de España hay que irse muy lejos. Oporto es un destino al que no se tarda demasiado en llegar y que cuenta con un gran número de alternativas para todos los gustos.

Oporto es la segunda ciudad más importante de nuestro país vecino y cuenta con infinidad de propuestas que la hacen muy interesante: gastronomía, un excelente vino, diferentes panorámicas, historia, tradiciones, cultura, rincones idílicos y muchas otras.

Oporto, con mucho gusto

Debido a su tamaño, Oporto es un destino ideal para pasar un fin de semana o un puente, donde podremos pasear por algunas de sus empedradas y empinadas calles, donde se respira un aire bohemio verdaderamente atractivo.

Andando o en el tranvía eléctrico, uno de los grandes emblemas del transporte público de viajeros, Oporto es una ciudad que se deja conocer en cualquier momento del año, especialmente durante la temporada de verano.

Es indispensable llevar una cámara de fotos o de vídeo porque seguramente querréis recordar vuestro paso por este destino porque verdaderamente merece la pena. Conocer sus plazas, la arquitectura local, sus locales de fado, las librerías de viejo, sus ejes comerciales o su animada escena nocturna son otras de las propuestas que tenemos ante nosotros.

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Rincones de visita obligada en Oporto

Son muchos los rincones que debemos visitar en esta ciudad como por ejemplo la Torre de los Clérigos, la atalaya más alta de todo el país y desde donde podemos tener las mejores vistas de la ciudad, así que preparad las cámaras porque las vistas son espectaculares. Para llegar hasta arriba hay que subir 200 escalones, pero sus vistas de 360 grados de toda la ciudad merecen muchísimo la pena el esfuerzo de la subida.

Los Jardines del Palacio de Cristal, en la zona alta de Oporto, también son otro rincón que debemos visitar. Podremos pasear entre rosas, plantas aromáticas y medicinales así como una variada vegetación acompañados de unas estupendas vistas de la ciudad.

La Catedral de la Sé de Oporto, es Monumento Nacional de Portugal y rincón que no debemos dejar de conocer. Su construcción comenzó en el siglo XII y su estilo es barroco. También se encuentra en la parte alta de la ciudad y es uno de los rincones más fotografiados de Oporto.

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Saboreando Oporto

Si hay algo que no podemos dejar de probar es su comida y bebida, donde destacan el vino de Oporto o alguno de los famosos vinos portugueses para acompañar uno de los platos más famosos de la cocina de este destino, las “tripas a moda do Porto” y de postre un café junto a un pastel de nata.

Después de salir toda la noche siempre podemos comernos una francesinha, un sándwich con jamón, queso, ternera, salchicha y huevo acompañado de una salsa que puede ser hecha con gambas y ser picante o un poco más suave, una receta que la adoras o… la odias.

¿Te animas a conocer Oporto?