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Otoño es una de las mejores temporadas para visitar París, la ciudad del amor. Sobre todo en estos primeros compases de la temporada. Hay un buen clima y no hay tanta aglomeración de turistas como sucede en verano. Una de las visitas obligadas es a la Torre Eiffel y por ello vamos a contaros una serie de interesantes detalles sobre esta construcción tan famosa.

Curiosidades sobre la Torre Eiffel

Este símbolo de París para el mundo mide 324 metros de altura, si se suma la antena de radio. Se dice que en un principio iba a medir 350 metros de altura pero fueron los vecinos quienes se encargaron de echar esa idea para atrás.

Si todo hubiera salido como pensó el l creador de este proyecto, Gustave Eiffel, la torre no estaría hoy en día en París, sino en Barcelona. Presentó el proyecto en la Exposición Universal de Barcelona, pero finalmente el proyecto fue rechazado y se lo llevó a París.

La estructura solamente iba a funcionar durante la Exposición Universal de París en 1900, pero fue la Armada Francesa quien permitió que continuase en pie. Debido a su altura, instalaron una potente antena de radio. Hoy en día hay diferentes antenas que se usan para la emisión de programas de televisión y radio.

En un principio, se estimaba que su construcción llevase aproximadamente unos 12 meses, pero todo se complicó, llegando a durar casi 26 meses. Para ello se contó con más de 250 obreros y 50 ingenieros.

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Una construcción de peso

En un principio, la estructura de hierro forjado de esta construcción era de 7.300 toneladas, pero con la inclusión de las tiendas, ascensores, museo y restaurantes, se estima que hoy en día pesa más de 10.000 toneladas.

Todos los años recibe una buena revisión y se le hace un mantenimiento periódico para que siempre esté en las mejores condiciones posibles dado que es uno de los grandes atractivos de la ciudad que es visitada por millones de personas. Para ello se usan más de 50 toneladas de pintura para que luzca el mejor aspecto.

Según los cálculos realizados, se estima que desde que fue abierta al público ha sido visitada por más de 230 millones de personas, lo que demuestra que es un auténtico reclamo para los turistas de todo el mundo.

Hay que decir que durante su construcción solamente falleció un obrero, algo que parece muy difícil, pero lo curioso es que no murió durante su jornada laboral. Falleció un domingo, cuando intentaba sorprender a su prometida mostrándole la torre, pero perdió el equilibrio.

Comer en alguno de sus restaurantes puede ser bastante caro, así que no pienses que allí puedes comer el menú del día por unos pocos euros. Asegúrate de que tienes una buena cuenta corriente porque seguro que cuando veas los precios de la carta comenzarás a tragar saliva.

Así es la Torre Eiffel, uno de los monumentos más conocidos del mundo y que es visita obligada en tu escapada a esta ciudad, aunque sea algo que hace todo el mundo que visita la ciudad.