Cada día son más las personas que cuando están preparando su próxima aventura se preocupan por contratar un seguro de viaje. Y es que aunque lo último en lo que se desea pensar cuando se va a viajar es en que pueda suceder algún problema, lo cierto es que en cualquier momento puede suceder algo tan simple como la torcedura de un tobillo que puede condicionar la experiencia.

Cosas a tener en cuenta a la hora de contratar un seguro de viaje

Lo primero que hay que hacer es leer muy bien el contrato. No en vano, hay seguros que ofrecen precios muy competitivos pero que en realidad cuentan con una “letra pequeña” como puede ser una franquicia. Un seguro de este tipo te obliga a pagar una parte de los gastos médicos en el caso de que necesitaras asistencia. Es decir, has pagado un seguro para tu viaje y después tendrías que volver a pagar una parte de cada una de las visitas al médico que tengas que hacer. De ahí la importancia de contratar un seguro que no tenga franquicia para que no tengas que pagar nada más que su contratación.

A la hora de contratar el seguro también hay que tener en cuenta la forma de viajar. No va a ser lo mismo viajar un mes por el sudeste de Asia que pasar una semana en Nueva York. En este último destino y siendo uno de los países de todo el mundo que tiene un coste mayor en lo que se refiere a sanidad, será necesario un seguro con las coberturas más altas. Por otro lado, para el primer viaje lo más seguro es que desees incluir coberturas extras, ya que lo más probable es que realices actividades como trekking, esnórquel o cualquier otro deporte de aventura. En definitiva, hay que considerar si se trata de viajes largos, cruceros, en familia, en pareja, etc., antes de contratar el seguro de viaje más idóneo.

Imprescindible es que el seguro que se contrate ofrezca posibilidad de cancelación o anulación. Y es que nadie está exento de que después de haber pagado el vuelo y haber hecho la reserva en el hotel, surja un imprevisto de última hora que impida hacer el viaje. Para que todo el dinero gastado no caiga en saco roto, lo mejor es contratar un seguro con cobertura de cancelación para que, dentro de los límites que se especifiquen en la póliza, te devuelvan lo pagado. Sin duda, es la cobertura perfecta para no preocuparse de nada en caso de que se tuviera que cancelar el viaje en el último momento.

Más allá de la salud

Aunque se suele relacionar este tipo de seguros con los gastos médicos que pudieran surgir durante un viaje, lo cierto es que van mucho más allá. En el momento de elegir el más adecuado para ti, hay que tener en cuenta también otra serie de cosas como un robo, demora en la salida, pérdida de equipaje, etc. Además, también se pueden añadir complementos especiales para, por ejemplo, reclamar un vuelo cancelado o para asegurar tus dispositivos electrónicos.