Una de las obras artísticas más importantes de la historia de la humanidad es sin duda, la Capilla Sixtina. En una de sus estancias se encuentran los impresionantes frescos pintados por Miguel Ángel, considerada como uno de los monumentos más visitados y admirados del mundo entero. De hecho, más de 4 millones de personas pasean cada año por la sede del cónclave, reunión en la que el nuevo Papa es elegido por los cardenales del Colegio Cardenalicio.

Fotos en la Capilla Sixtina

Si todavía no has visitado la residencia oficial del Papa dentro de la Ciudad del Vaticano pero tienes previsto hacerlo, recuerda comprar las entradas Capilla Sixtina de manera anticipada. No en vano, las colas que se forman para ver los frescos del polifacético Miguel Ángel, pueden llegar a durar varias horas, especialmente en verano. Una vez que estés dentro, no olvides que las fotografías están prohibidas, por lo que te será imposible inmortalizar ese momento.

Esta prohibición está vigente desde hace varias décadas y aunque muchos son los que asumen que se trata de una decisión para evitar que los flashes de los móviles o cámaras deterioren los frescos, esa no es la verdadera razón. La auténtica se remonta a las obras de restauración comenzadas en el año 1980 y que duraron más de 20 años.

Cuando llegó el momento de replantearse la restauración de la Capilla Sixtina apareció un importante problema: el alto precio que iba a suponer llevar a cabo un trabajo tan sumamente delicado. Por eso, tuvieron que buscar financiación en el exterior y el mismo llegó con la Nippon Televisio Network Corporation of Japan. A cambio del dinero, esta corporación japonesa recibió los derechos exclusivos de video y fotografía de la obra restaurada.

Desde entonces, esta prohibición sigue vigente, aunque lo cierto es que los derechos expiraron transcurridos tres años desde cada una de las etapas de la restauración. Por ejemplo, a partir de 1997 las fotos de la representación de El Juicio Final de Miguel Ángel, ya no se encontraban sujetas a los derechos de autor, ya que en 1994 se completó esta etapa de la restauración. Esto quiere decir que en la actualidad todos los derechos han expirado completamente.

En un principio, este acuerdo excluía a los turistas, pero ante la posibilidad de que los fotógrafos profesionales aprovecharan las visitas turísticas para saltarse la prohibición, consiguieron que las restricciones fueran aplicadas como norma general finalmente.

¿Por qué continúa la prohibición de hacer vídeos y fotos en la Capilla Sixtina?

Hoy en día podemos aplicar el sentido común y pensar en el gran daño que millones de flashes pueden hacer a los frescos. Por eso, no es sorprendente que los funcionarios del Vaticano decidieran cuando terminó el contrato con Nippon de exclusividad, que la prohibición continuara. Al fin y al cabo, la capilla guarda algunas de las mejores obras de arte de todo el mundo. Y si quieres tener un magnífico recuerdo fotográfico de este bello rincón, siempre está la tienda de regalos.